Bosques

El cambio climático y los bosques están íntimamente ligados. Por una parte, los cambios que se producen en el clima mundial están afectando a los bosques debido a que las temperaturas medias anuales son más elevadas, a la modificación de las pautas pluviales y a la presencia cada vez más frecuente de fenómenos climáticos extremos. En cuanto a la adaptación al cambio climático, la gestión forestal debe considerar los riesgos climáticos asociados con los bosques, como las sequías, los incendios forestales y las tormentas y es por ello por lo que se promueve la diversificación de las especies forestales para aumentar la resiliencia de los bosques y la restauración de los bosques degradados para proporcionar servicios ecosistémicos. Respecto de la mitigación se promueve la adopción de prácticas de gestión forestal sostenible que permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la capacidad de los bosques para almacenar carbono (FAO).