El cambio climático está alterando el clima oceánico, la química, la circulación, el nivel del mar y la distribución de especies. En conjunto, estos cambios causan impactos sobre los ecosistemas, su productividad y los servicios ecosistémicos que sustentan muchos de los beneficios económicos que provee el mar. Los impactos asociados a las alteraciones en los regímenes de olas afectan las pesquerías debido a que dicho cambio tiene relación con el acceso al mar para efectuar las actividades pesqueras. Un aspecto clave que afectará a la pesca artesanal, altamente vulnerable frente al cambio climático, es el aumento en el número de días que las condiciones del mar no permitan la realización de las actividades pesqueras. La implementación de prácticas de gestión pesquera sostenible y promover la diversificación de las especies objetivo de la pesca para aumentar la resiliencia de las pesquerías frente a los impactos del cambio climático pueden contribuir a reducir la vulnerabilidad de las comunidades y los países e incrementar su adaptación al cambio climático. Implementar políticas y estrategias de gestión pesquera sostenible que permitan reducir la dependencia de combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la producción y el consumo de alimentos, contribuyen a la mitigación (CEPAL).