El cambio climático influye en los determinantes sociales y medioambientales de la salud, a saber, un aire limpio, agua potable, alimentos suficientes y una vivienda segura. Según se prevé, entre 2030 y 2050 el cambio climático causará unas 250.000 defunciones adicionales cada año, debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico. En este sentido, son esenciales las medidas de adaptación para reducir la vulnerabilidad de las poblaciones más afectadas por el cambio climático, como la implementación de prácticas de gestión de la salud que permitan reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el cambio climático y mejorar la capacidad de las comunidades para hacer frente a los riesgos climáticos así como la implementación de sistemas de alerta temprana y la mejora de la infraestructura de salud para hacer frente a los impactos del cambio climático en esta área. Se insta a los países a apoyar la investigación para recopilar evidencias del impacto del cambio climático en la salud. Esto puede ayudar a informar la toma de decisiones y a desarrollar estrategias de mitigación y adaptación más efectivas (OMS).