Zonas Costeras

Las zonas costeras son altamente vulnerables al cambio climático en América Latina y el Caribe. La subida del nivel del mar, las modificaciones en el régimen de vientos y oleajes, la frecuencia e intensidad de las tormentas y el cambio en los patrones de las corrientes marinas son algunos de los fenómenos que pueden afectar a estas zonas. Los riesgos de inundación en zonas costeras han aumentado significativamente en los últimos años debido al cambio climático. Para adaptarse a esta problemática, se han implementado diversas medidas, como la construcción de infraestructuras de protección costera, la reubicación de poblaciones vulnerables y la restauración de ecosistemas costeros como los bosques de manglar y los arrecifes de coral. La implementación de prácticas de gestión costera sostenible puede contribuir a reducir la vulnerabilidad de las comunidades y los países frente a los impactos del cambio climático. Se recomiendan medidas de mitigación en zonas costeras, como la Gestión Integrada de Zonas Costeras (GIZC), evaluación de impactos climáticos, soluciones basadas en la naturaleza, adaptación en la agricultura, fomento de la migración climática, y reducción de emisiones mediante eficiencia energética y energías renovables. Estas acciones buscan contrarrestar los efectos del cambio climático en las costas, incluyendo aumento del nivel del mar, erosión, acidificación oceánica y pérdida de biodiversidad (CEPAL).